Antes de hablar todo acerca de la rosácea y el tratamiento que puedes seguir para combatirla, consideramos propicio explicar las diferencias que tiene esta enfermedad con el acné. Esto, debido a que los tratamientos para curar estas enfermedades son muy distintos. Comenzamos:

El indicador principal de que hay diferencias es el enrojecimiento facial que ocurre cuando se tiene rosácea, a casi un 90 % de personas con esta enfermedad le sucede eso. Otra oposición importante es que en la rosácea hay dilatación de los vasos sanguíneos del rostro que causa las conocidas arañas vasculares. En el peor de los casos, los ojos podrían resultar afectados por este mal y la piel puede engrosarse. Por su lado, el acné no ataca tan drásticamente.

La rosácea es un mal que perjudica el sector central de la cara, principalmente en las mejillas y la nariz, en algunas ocasiones el mentón y la frente. Por su lado, el acné aparece en la mandíbula y zonas cercanas. Asimismo, puede aparecer en la espalda, pecho y hombros.

Por otra parte, si bien ambos males pueden surgir en distintas edades, la rosácea suele salir casi siempre en personas de treinta a cincuenta años. En el caso del acné, aparece en jóvenes y adolescentes.

Asimismo, cuando alguien padece de acné, es seguro que tenga barros o espinillas. Cuando se tiene rosácea no aparecen este tipo de granos.

¿Cómo combatir la rosácea?

Existen dos métodos a láser que ayudan a luchar contra la rosácea: la luz pulsada intensa (IPL) y el láser colorante pulsado (DPL). Explicaremos ambos métodos:

-La luz pulsada intensa (IPL):

Este método se emplea normalmente para casos leves. La intervención es rápida y tras ella se puede evidenciar que la piel toma una tonalidad rosada, luego de sesenta minutos, la piel vuelve a tomar su color habitual.

Una de las características particulares que tiene el proceso IPL, es que también colabora con la eliminación de manchas, producto de una sobreexposición a los rayos solares. Luego de cuatro sesiones aproximadamente, se pueden ver resultados favorables.

-El láser colorante pulsado (DPL):

Se sugiere este procedimiento para lesiones vasculares debido a que el láser de este tipo genera una descarga de luz intensa. Se realiza por un dermatólogo, pues trata de manera selectiva y discriminatoria los vasos sanguíneos de las lesiones vasculares sin lesionar los tejidos circundantes.

Se realiza en pocas sesiones y tras treinta días se pueden ver algunos cambios positivos. Vale resaltar, que, si se aplica este tipo de láser con mucha energía, hay mucha probabilidad de que aparezcan moretones

Espero que este artículo te haya servido de ayuda. En otra oportunidad hablaremos sobre el acné y su tratamiento más adecuado.