Estudio realizado en medio millón de personas por un periodo de 16 años concluyó que se reduce en un 18% la mortalidad en hombres y 8% en mujeres.

Este estudio fue elaborado por la Organización Mundial de la Salud [OMS] en países europeos y se compararon los resultados entre personas que tomaban café una vez al día y los que lo hacían tres veces.

En el primer grupo la mortalidad prematura fue de un 3% en hombres y 1% en mujeres. También se encontró relación en la disminución de enfermedades cardiovasculares y del sistema digestivo.

Este estudio además de su importancia para la salud, reivindica la producción y venta del café, ya que la misma OMS en 1991, señaló a través de su Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, que el café como un posible agente carcinógeno en órganos como el páncreas.

Los resultados de este estudio se ven respaldado por otro realizado en simultaneo aplicado a 185.000 estadounidenses, durante el mismo periodo [16 años] con resultados similares.

Según el coautor del estudio europeo, el médico epidemiólogo Antonio Agudo, “el café tiene un efecto saludable y reduce la mortalidad prematura en una cantidad no despreciable”.

Sin embargo, para el estadístico David Spiegelhalter, de la Universidad de Cambridge, debe confirmarse la relación causa – efecto, en la hipótesis de que una taza extra de café al dia expandiría por tres meses el periodo de vida.


La revista Annals of Internal Medicine, donde se publicaron los estudios europeos y americanos, se mostró muy cauda frente a los resultados expuestos, señalando que “sería prematuro recomendar el consumo de café para reducir la mortalidad”.

En la editorial de la mencionada revista los médicos expertos en Salud Pública, Eliseo Guallar y Elena Blasco – Colmenares, de la Universidad Johns Hopkins, señalan que el mensaje de los estudios es claro: El café no es malo y puede ser incluido en dentro de una dieta saludable, en una proporción de hasta cinco tazas al día.