CURIOSIDADES,
Destruyendo los mitos más populares en las dietas
En
el mundo de las dietas y tratamientos para bajar de peso, existen muchos mitos
que las personas creen ciegamente. Esto hace que la iniciación en estos
procesos sea más difícil de lo que normalmente son; y esto se genera debido que
a la mayoría no les gusta investigar o leer sobre temas relacionados.
Pero
no te preocupes, si quieres comenzar una vida saludable y bajar correctamente
algunos kilitos de más, te explicaremos la realidad de todos los mitos. Porque
no hay nada como estar bien informados antes de realizar un cambio en nuestra
alimentación.
“Evitar las grasas a como dé lugar”
Todos
alguna vez habremos escuchado esta popular frase y si eres de las personas que
evita las grasas, debes dejar de hacerlo inmediatamente. Las grasas son los
compuestos de donde nuestro organismo recolecta energía.
Debemos
tener en cuenta que existen tipos de grasas y que dependiendo cuál de ellas
estemos ingiriendo, beneficiará o perjudicará a nuestra salud. Por lo general
las grasas saturadas (que se encuentran en la carne de animal y sus derivados)
son las que debemos consumir en menor medida. Mientras que las insaturadas
(concentradas en vegetales) proporcionan más energía a nuestro cuerpo.
“Si dejas de comer carbohidratos, bajas de
peso más rápido”
El
segundo tipo de alimento que la mayoría de personas evita, luego de los que
contienen grasas, son los que tienen carbohidratos. Y de nuevo se equivocan.
Los carbohidratos se presentan de distinta manera según los alimentos que
consumas, por ejemplo, las galletas y caramelos los contienen. Pero, éstos no
poseen ningún tipo de vitamina, mineral o fibra que nos beneficien.
La
mayoría de nutricionistas recomiendan que consumamos carbohidratos en nuestras
tres comidas principales (desayuno, almuerzo y cena) y que dejemos de lado aquellos
alimentos chatarra que no poseen ningún nutriente.
“No comer en las noches o saltarse alguna
comida ayudan a bajar de peso”
Debe
quedar muy claro que el dejar de comer no beneficia en nada a nuestra salud.
Nuestro organismo necesita siempre estar alimentado a determinadas horas, de lo
contrario podrías contraer enfermedades como la gastritis que es muy común en
quienes alteran sus horas de comida.
Si
bien, al momento de despertarnos no tenemos gran apetito, lo recomendable es
comer algo ligero que nos permita resistir el hambre que de seguro aparecerá
horas más tarde. En caso de que el hambre nos ataque a altas horas de la noche,
luego de haber cenado, el consejo será el mismo, comer algo ligero que sea
fácil de digerir para nuestro organismo.
“Solo yendo al gimnasio quemaremos
calorías”
Es
común, que muchas personas piensen que solo con varias sesiones de ejercicios
intensos en algún gimnasio perderán peso. Y eso no es del todo cierto. Varias
de las labores diarias que realizamos nos ayudan a perder calorías como nuestro
caminar diario, limpiar nuestra casa, arreglar nuestro jardín, etc. No es
absolutamente necesario asistir a un centro de ejercicios específicos o seguir
una rutina estricta con algún entrenador para tener un cuerpo sano y libre de
grasas.
“Dile adiós a esos kilitos de más, solo
tomando agua”
El
agua la sustancia más importante para nuestro cuerpo, el tomarla en ciertas
cantidades contribuye muy bien al bienestar de todo nuestro organismo. Incluso
puede ayudarnos a dejar de lado otras bebidas con niveles altos de azúcar.
Pero, debe quedar claro que no te ayudará a reducir ningún kilo extra.
“Productos o dietas milagrosas”
En
este mundo, todos los días aparecen nuevas dietas, pastillas o algún tratamiento
milagroso para perder peso. Debemos tener mucho cuidado si se trata de cambiar
bruscamente nuestros hábitos alimenticios, al igual que someter a nuestro
cuerpo a un tratamiento extraño. Lo más adecuado sería consultar con un
profesional como un nutricionista. Así, por lo menos, tendremos claro el panorama
antes de probar algo nuevo.
Recuerda
siempre poner en tela de juicio todas las cosas que escuches en relación a las
dietas y tratamientos más efectivos para bajar de peso, ya que por lo general
la mayoría terminan siendo falsas. Y si no estás muy seguro que digamos,
consulta a tu médico de cabecera, él absolverá todas tus dudas.
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