Ya comenzaron las clases y los pequeños de la casa vuelven a las actividades académicas correspondientes. Por esa razón, es vital cuidar su salud física y mental para que su desempeño en el colegio sea el mejor. En esta etapa, es oportuno realizar una revisión con los podólogos y tener el seguimiento necesario de la salud de los pies de sus niños. 

Con esta medida de prevención podrás controlar la evolución de su pisada y descartar algunas patologías, y si es necesario comenzar con los tratamientos que regulen el funcionamiento de sus extremidades. El mejor lugar para realizar estas pruebas preventivas son las clínicas podológicas porque cuentan con profesionales especializados en la salud del pie.

Para que los niños retomen las actividades físicas de una forma saludable, a continuación, te brindaremos algunos consejos. 

Se debe iniciar eligiendo el mejor calzado. Para elegirlo es recomendable optar por el calzado fabricado en piel o de materiales que ayuden a una correcta transpiración del pie. Al momento de probarse el nuevo calzado, debes asegurarte que el dedo más largo del niño(a) le quede a una distancia de 0,5 centímetros para llegar a la puntera del zapato sin complicaciones. 

Los niños necesitan utilizar un calzado particular para educación física, y tener otras opciones de calzado durante la semana, para no excederse con el calzado deportivo, ni de los zapatos. De esta manera, los pies de los pequeños tendrán un desarrollo correcto. Y lo más importante, es que podrás prevenir enfermedades podológicas a futuro. 

Un punto muy importante, escoge un zapato con cordones que ayuden a sujetar bien  al empeine, y también que tenga un refuerzo semirrígido para verificar los movimientos del tobillo. Si el pequeño requiere algún tratamiento con plantillas, una buena elección es contar con calzado que pueda incorporar una plantilla original movible. 

El calzado con ruedas puede ser el favorito del niño, pero no debe abusar del uso de este tipo de calzado. Se recomienda no usarlos en momentos de juego o mucha actividad, porque generan desequilibrio y recargo en el antepié. Si se usa con demasiada frecuencia puede ocasionar problemas de crecimiento o el desarrollo de pies planos.

Previene y visita a tu podólogo

No solo los adultos necesitan recurrir a las clínicas podológicas; los niños necesitan, por lo menos, una revisión una vez al año. Esto se debe realizar porque durante la infancia es el mejor momento de la vida para corregir o prever patologías que en la adultez serían muy complicadas de tratar. 

¿A que edad llevar a mi hijo al podólogo? Se sugiere que la primera visita debe hacerse a los cuatro o cinco años del pequeño, y de esa forma realizar un estudio biomecánico de la pisada, y prevenir cualquier anomalía en su desarrollo.

Estando en casa o en algún centro de esparcimiento con los niños, debes observarlos y darte cuenta como pisa, como camina o corre. Fijarse si tiene alguna dificultad al desplazarse o comienza a caminar de puntillas, si junta muy seguido las rodillas al caminar. Mientras más atención le prestes, podrás saber el momento idóneo para llevarlo al podólogo.